lunes, 24 de agosto de 2015

LA RIDICULA IDEA DE NO VOLVER A VERTE de Rosa Montero
Es un libro muy agradable, diría que doblemente agradable. Primeramente cuenta la vida de Marie Curie que me parece muy interesante y en segundo lugar lo entremezcla con su vida personal después de la muerte de su compañero.Muy bien escrita y muy amena al entremezclar la historia de una y los pensamientos de otra. La obra respira sentimiento reivindicador de la mujer por todos los poros que yo no llamaría feminismo.
Destacar:
-Estudié psicología en la Universidad Complutense (abandoné en cuarto curso) justamente por eso: porque pensaba que estaba loca. En realidad creo que ésta es la razón por la que hacen psicología o psiquiatría el noventa y nueve por ciento de los profesionales del ramo (el uno por ciento restante son hijos de psicólogos o psiquiatras y ésos están aún peor)
-Hasta hace nada, hasta hace apenas un par de décadas, el mayor problema de la mujer occidental consistía en no saber vivir para su propio deseo: siempre vivía para el deseo de los demás, de los padres, de los novios, de los maridos, de los hijos, como si sus aspiraciones personales fueran secundarias, improcedentes y defectuosas
-Creo que estos excesos de idealización los padecemos sobre todo las mujeres, que mostramos una desmesurada facilidad para inventarnos al amado
-Cuando nosotras creemos enamorarnos de alguien, enseguida enumeramos, como origen de nuestro entusiasmo, un espejismo de virtudes sin fin que le suponemos a esa persona (es listo es bueno es encantador), cuando lo que nos ha obnubilado y lo único que de verdad sabemos de él (o tal vez de ella: no sé si sucederá igual en las relaciones homosexuales) es que tiene unos ojos de un color admirable, unos dientes muy blancos entre labios de fruta, hombros poderosos y un cuello apetecible de morder
-Hay una frase genial de un cómico francés llamado Arthur que dice así: «El problema de las parejas es que las mujeres se casan pensando que ellos van a cambiar y los hombres se casan pensando que ellas no van a cambiar
-Simone de Beauvoir llamaba mujeres pelota a aquellas que, tras triunfar con grandes dificultades en la sociedad machista, se prestaban a ser utilizadas por esa misma sociedad para reforzar la discriminación; y así, su imagen era rebotada contra las demás mujeres con el siguiente mensaje: «¿Veis? Ella ha triunfado porque vale; si vosotras no lo conseguís no es por impedimentos sexistas, sino porque no valéis lo suficiente
-Tal vez sea cosa del instinto maternal, que es una pulsión sin duda poderosa, pero el caso es que a menudo mimamos a los hombres como si fueran niños y mantenemos un cuidado exquisito para no herir su orgullo, su autoestima, su frágil vanidad. Nos parecen inmaduros, precarios, infinitamente necesitados de atención, admiración y aplauso
-Cuántas veces mentimos las mujeres a los hombres; en cuántas ocasiones fingimos saber menos de lo que sabemos, para que parezca que ellos saben más; o les decimos que les necesitamos para algo, aunque no sea cierto, sólo para hacerles sentir bien; o les adulamos descaradamente para celebrar cualquier pequeño logro. Y hasta nos resulta enternecedor constatar que, por muy exagerada que sea la lisonja, nunca se dan cuenta de que les estamos dando coba, porque en verdad necesitan oír esos halagos, como esos adolescentes que precisan de un apoyo extra para poder creer en sí mismos.
Y para finalizar le sale la vena ridicula en el mas puro materialismo sociologico:
"El placer que producen los tatuajes: son adictivos. Yo me tatué una salamandra en un brazo hace doce años, y tuve que contenerme para no ir corriendo al día siguiente a hacerme algo más. Y es que se experimenta una sensación maravillosa, un alivio y una plenitud irracionales, como si con ese garabato de tinta bajo la piel hubiéramos conseguido vencer por una vez al gran enemigo, humillar a ese cuerpo tirano que nos humilla, un cuerpo que no hemos escogido y con el que tenemos que pechar toda la vida, el cuerpo que nos enferma y que acaba por matarnos, ese maldito cuerpo traidor que de repente se queda cojo, y se terminaron para siempre las montañas; o que hace crecer insidiosamente, en el laborioso silencio de las células, un tumor"

SINOPSIS: Cuando Rosa Montero leyó el maravilloso diario que Marie Curie comenzó tras la muerte de su esposo, y que se incluye al final de este libro, sintió que la historia de esa mujer fascinante que se enfrentó a su época le llenaba la cabeza de ideas y emociones. La ridícula idea de no volver a verte nació de ese incendio de palabras, de ese vertiginoso torbellino. Al hilo de la extraordinaria trayectoria de Curie, Rosa Montero construye una narración a medio camino entre el recuerdo personal y la memoria de todos, entre el análisis de nuestra época y la evocación íntima
Discursus de Marie Curie en la academia al recibir los premios Nobel de 1903 y 1911.
http://curie.fr/sites/default/files/nobel-1903.pdf
http://curie.fr/sites/default/files/conference-nobel-1911_0.pdf

Rosa Montero y su compañero Pablo Lizcano









Una de las increibles reuniones Solvay. Cuanta ciencia reunida

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